Hace un año salía a buscar sus lectores la primera novela de Bernardo Stinco, Los jardines espaciales. Al margen del hecho de que, luego de la publicación, nuestro autor potenciara su producción que ya a esta altura promete grandes novedades dentro de poco tiempo, desde el más acá ya recibimos cantidad de noticias que impresionan cada vez más sobre su particular visión. La noticia de hoy no deja de sorprendernos.
Les seguimos recomendando esta bella lectura, desopilante y atrapante. Hecha con el material del que se fabrican los sueños.